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INVERSIONES

Lluvia de inversiones: en solo un año se crearon 9 unicornios argentinos.

Auth0, Aleph, Tiendanube, entre otras, valen más de US$1.000 millones. Son startups tecnológicas, globales y con potencial para escalar. Los expertos creen que la lista podría crecer.

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Esta semana, la compañía SoFi Technologies anunció la compra de Technisys por US$1.100 millones, lo que la convirtió en el 13° unicornio argentino. Su CEO y fundador, Miguel “Mike” Santos, ironiza sobre una noticia que fue reproducida incluso por el influyente The Wall Street Jornal: “Sucedió justo el 22/02/2022 y la compañía se llama SoFi, como mi hija Sofía”, se ríe el empresario de estas dos casualidades.

Creada a mediados de los 90, Technisys es proveedora de tecnologías para bancos y fintech. Una adelantada a su tiempo, ya que hoy, casi 20 años después, es uno de los rubros que más crece. Un período excepcional por el volumen de inversiones en startups en la región y también en la Argentina. Tanto es así que en el último año 9 compañías de origen argentino superaron la valuación de US$1.000 millones, y por eso le dicen unicornios.

Hasta ahora, solo 4 habían logrado hacerlo: Mercado Libre, Globant, Despegar y OLX. Desde marzo de 2021 surgieron Auth0, Aleph, Vercel, Mural, Bitfarms, Ualá, Tiendanube y Satellogic. Santos cuenta que la fusión con SoFi les permitirá complementar tecnologías, productos y mercados, “pero funcionaremos en forma independiente”.

Egresado de la carrera de Ciencias de la Computación, Santos tiene 51 años. Creó Technisys junto a Adrián Iglesias y Germán Pugliese Bassi, vive en Miami y sueña a lo grande: “La compañía crece al 30% anual de manera sostenida en los últimos años. Opera en 15 países y tiene 1.200 empleados”, relata entusiasmado. Santos recibió numerosas felicitaciones en su cuenta de Twitter, entre ellas la de Marcos Galperin (Mercado Libre), Emiliano Kargieman (Satellogic), y Martín Varsavsky.

Como se dijo, las startups tecnológicas aprovecharon la abundancia de capitales. Según un relevamiento de la consultora CB Insights, en el primer semestre de 2021 surgieron 249 nuevos unicornios en el mundo. “En 2021, se invirtieron US$15.000 millones en emprendimientos tecnológicos de la región, son volúmenes récord”, sintetiza Diego González Bravo, vicepresidente de la ARCAP, la entidad que agrupa a más de 40 fondos de inversión.

El club de los unicornios se agrandó a partir de marzo del año pasado. Ese mes, la californiana Okta desembolsó US$6.500 millones para comprar Auth0, la startup que fundaron Matías Woloski y Eugenio Pace y que desarrolla tecnologías de autenticación. El volumen de la operación causó asombro, pero los analistas creen que se dio en un momento muy particular. “La pandemia aceleró la digitalización y las tecnológicas adelantaron su futuro y se volvieron más valiosas”, dice Ignacio Plaza, cofundador del fondo Draper Cygnus.

Las circunstancias favorecieron el desarrollo de muchas compañías, que lograron capitalizar la abundancia de liquidez global y la escasez de opciones rentables por las tasas reales negativas. Los analistas creen que todo eso impactó en las cotizaciones del Nasdaq, que desde el inicio de la pandemia no pararon de trepar. Ahora caen, pero con un piso más alto. El caso de Mercado Libre es ilustrativo. En 2020, la valuación del gigante del eCommerce despegó desde los US$30.000 millones y llegó a superar la barrera de los US$100.000 millones. Este viernes, su valor bursátil rondaba los US$55.500 millones.

Gustavo Neffa, de Research for Traders, le resta dramatismo pero aclara que ya no habrá abundancia de capitales. “Se acabó la era del dinero infinito y regalado. Se viene un ciclo alcista de tasas (la Fed ya avisó) y se empieza a cerrar el grifo”. No obstante, el analista financiero remarca que “los unicornios no van a desaparecer como los dinosaurios”, señala.

En este sentido, Neffa distingue la realidad de los mercados con la evolución y el potencial de los emprendimientos tecnológicos. “Hay temor y menos predisposición para financiar startups, pero no creo que frenen totalmente”, dijo. Otros expertos coinciden con esa mirada y añaden otro aspecto que ilusiona. Creen que los inversores de riesgo (los venture capitalists) descubrieron que en la región hay muchas startups con la capacidad de liderar o disputar los mercados globales. “Buenos Aires tiene el ecosistema cripto más importante del mundo”, señala González Bravo.

Las condiciones favorables del mercado no les resta méritos a las compañías. Con pocos días de diferencia, Ualá y Tiendanube se convirtieron en unicornios. En setiembre, la fintech logró recaudar US$350 millones de inversores privados, que la valuaron en US$2.450 millones. Tiendanube, especializada en el comercio electrónico, cerró una ronda récord de US$500 millones y alcanzó una valuación de US$3.100 millones.

Santiago Sosa, de Tiendanube, se ríe cuando le pregunta si la empresa es argentina o brasileña: «Somos un unicornio latinoamericano».

Santiago Sosa, cofundador de Tiendanube, sostiene que la última inyección de capitales les permitió acelerar los planes de negocios. “Desde que somos unicornio compramos 3 compañías en Brasil: una de logística, otra de educación para pymes y la tercera que todavía no la anunciamos”, adelantó el empresario, un ingeniero egresado del ITBA. Con más de 1.000 empleados y unos 90.000 usuarios y clientes (Billabong, Rasti, Lucerna y Kitchen Aid, entre otros), Tiendanube es una plataforma que les permite a las marcas instalar sus propias tiendas online.

De todas, la más vanguardista es Satellogic, una compañía aeroespacial fundada por Emiliano Kargieman y Gerardo Richarte en 2010. El año pasado alcanzó primero una valuación de US$850 millones y a partir de enero comenzó a cotizar en el Nasdaq a través de un instrumento financiero conocido como SPAC. Se trata del proceso inverso al habitual, ya que el SPAC consigue fondos en la bolsa para comprar startups.

Precisamente, dos cofundadores de Mercado Libre, Marcos Galperin y Hernán Kazah trabaron una nueva alianza para crear una SPAC, es decir una nueva empresa (MELI Kaszek Pioneer Corp), que saldrá a cotizar en el Nasdaq con el fin de captar US$250 millones.

En un comunicado conjunto, anunciaron que esta nueva empresa saldrá a cotizar bajo el símbolo “MEKA” y que “está estructurada como una compañía de cheque en blanco cuyo propósito es recaudar capital para luego buscar una empresa de base tecnológica en el ecosistema digital de América Latina”.

Los unicornios proliferaron en toda la región. “Por cantidad, Brasil concentra el 60% del total. Después aparecen México y la Argentina”, resume González Bravo.

¿Sos unicornio o te hacés?

Mercado Libre, Globant, Despegar y OLX marcaron el camino.Hasta 2021, fueron las únicas 4 tecnológicas argentinas que lograron superar una valuación de US$1.000 millones y por eso se las considera unicornios. En los últimos 12 meses, otras 9 startups argentinas lograron ingresar al exclusivo club de empresas más valiosas. Son todos proyectos originados por argentinos o que surgieron en el país, pero que en algunos casos generan controversias.

El motivo es que hay casos, como Vercel o Bitfarms, que fueron fundadas por argentinos en EE.UU. y Canadá y se proclaman como unicornios argentinos. Otro caso curioso es Tiendanube, la plataforma de eCommerce creada por estudiantes universitarios del ITBA y la UBA en 2011 y que acaba de ser valuada en US$3.100 millones de dólares. Argentinos y brasileños se la computan como propia, algo que a Santiago Sosa, uno de sus cofundadores, le causa gracia. “Somos una empresa latinoamericana”, dice con diplomacia.

No obstante, el empresario aclaró que “nuestra compañía nace en la Argentina y es uno de nuestros principales mercados de operación. Muy poquito tiempo después, llegamos a Brasil”. Hay quienes la nacionalidad de una startup les importa poco, pero para otros no es un concepto neutro. Para el inversor Lisandro Bril, “el país de origen de un unicornio es donde está el centro de decisiones y donde se genera el empleo”.

Enfocada en el negocio de la publicidad en redes sociales, Aleph engrosa la lista de unicornios argentinos, al ser valuada en US$2.000 millones. Se trata de un holding creado por Gastón Taratuta con apenas US$5.000, cuyo modelo de negocios es captar publicidad y anunciantes en mercados emergentes para gigantes como Facebook, Twitter, LinkedIn, Snapchat, Twitch, TikTok y Spotify.

Taratuta dice que la valuación actual de la compañía no tiene que ver con la pandemia. “Estamos en una industria que ya venia creciendo desde antes”, explicó a Clarín el empresario. Aleph tiene 1.200 empleados y cinco bases de operaciones: Estados Unidos, la Argentina, Dubai y España. ¿La considera argentina, entonces? “Es un unicornio con mirada global”, responde Taratuta.

Lo usual es que las startups busquen financiamiento privado. Este es el primer paso, pero casi todas aspiran a saltar a la Bolsa de Nueva York. En este sentido y luego de superar la valuación mágica de los US$1.000 millones, Taratuta adelanta que su próximo paso es lanzar el IPO en el Nasdaq. “Estamos trabajando en eso”, dijo, sin dar más precisiones.

Hay otras controversias con respecto a los unicornios. Están aquellas que superan la barrera y posteriormente caen. Tal es el caso de Despegar, golpeada por la pandemia y que de a poco se recupera. Hoy su valuación ronda los US$830 millones. Otro caso es Satellogic.

La compañía salió a la Bolsa en enero y en su debut la acción superó los US$9, lo que la convirtió en unicornio. Posteriormente, su valor cayó y llegó a rondar los US$5. Uno de los cofundadores, Emiliano Kargieman, suele decir que la calificación de unicornio no tiene ninguna importancia. Pero cuando la cotización de la compañía cayó anunció un plan de recompra de acciones “porque el valor en Bolsa no refleja el valor real”, dijo.

Las discusiones sobre la naturaleza de los unicornios no se agotan allí. La valuación de las startups dependen de las inversiones que reciben. Pero esta regla no aplica a Etermax, la creadora del célebre juego Preguntados, que nació rentable y nunca recaudó fondos. A pesar de esto, en el mercado la consideran unicornio. ¿Un fantasma?

“Desde que se creó en 2009, tenemos el orgullo de nunca haber recibido capitales de terceros”, dice su CEO y fundador, Máximo Cavazzani. Dice también que le “llena de orgullo lo que está pasando en la región en estos últimos 2 años. El nivel de inversión en tecnología dentro de América Latina es algo que venía atrasado y nos encanta ver que finalmente los fondos internacionales ponen el ojo en el talento en la región”.

Pomelo es otro ejemplo curioso. Creada hace un año para ofrecer infraestructura de medios de pagos, la compañía recibió US$45 millones de inversores privados antes de comenzar a operar. “Estos fueron años de mucha liquidez internacional y las startups lo aprovecharon”, asegura su CEO, Gastón Irigoyen.

La startup fue creada por ex ejecutivos de Naranja X, Mercado Pago y Mastercard y atrajo el interés de varios fondos de inversión, entre ellos los fundadores de Twitter, PayPal, Rappi, Kavak y Auth0. Se dedica a proveer tecnología de medios de pagos para empresas, tarjetas y fintech desde Buenos Aires para toda la región. 

Fuente: CLARIN.com Por Damián Kantor | START-UPS ARGENTINA

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Fintech recaudó u$s 22 millones en ronda de financiación: quiénes son sus fundadores

Tapi, fundada en 2022 para ofrecer soluciones tecnológicas de pago, obtuvo más dólares para seguir creciendo. Desde su lanzamiento, acumula un financiamiento de más de u$s 31 millones.

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Tapi obtuvo u$s 22 millones en una ronda de financiación Serie A. El monto será utilizado para seguir desarrollando su plataforma tecnológica para fintech y bancos en la región y se suma a la ronda semilla de u$s 9 millones que logró en 2022, por lo que el total recaudado por la compañía creció a u$s 31 millones.

La compañía, fundada en 2022 por los emprendedores argentinos Tomás Mindlin, Kevin Litvin y Nicolás Andriano, proporciona una infraestructura de pagos creada para fintech y entidades bancarias de América Latina.

Con una sola integración API, los clientes de Tapi pueden acceder a una única plataforma integral en toda la región, que incluye pagos de facturas, recargas, tarjetas de regalo y transacciones en efectivo, sin necesidad de navegar por diferentes redes de pago locales con distintas tecnologías y métodos de operación.

«Las fintech y los bancos son la columna vertebral del crecimiento económico, ofreciendo servicios financieros esenciales que impulsan el desarrollo y la inclusión», afirmó Tomás Mindlin, CEO y cofundador de la compañía.

Kevin Litvin, chief business officer y cofundador de la empresa, aseguró que con a través de esta plataforma ven a América Latina «como un mercado unificado, ofreciendo soluciones de pago eficientes y sin fisuras para impulsar el crecimiento y la conectividad».

Desde su lanzamiento en el año 2022, la compañía ha expandido sus servicios de infraestructura de pagos a entidades financieras de Argentina, Chile, Colombia, México y Perú. Entre sus clientes más destacados, se ubican Stori, Yape y Ualá, entre otros.

Fuente: Cronista.com | START-UPS ARGENTINA

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El Fondo Glocal busca startups del agro para ayudarlas a escalar: Invierten hasta u$s 500.000

También busca captar empresas de alimentos y las llamadas climate tech. Cómo es su programa de aceleración y por qué su fundador dice que se trata de uno de los sectores que mejor surfean las crisis.

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El sector de AgTech o, más extenso, el de AgriFoodTech, en América latina encuentra a cada vez más emprendedores que están haciendo punta con innovaciones científico-tecnológicas.

Es que las innovaciones ya penetraron en el campo y lo hacen con formas que involucran alta tecnología como procesos para mejorar la eficiencia de los cultivos, drones para monitorear las pasturas o hasta sistemas que permiten dosificar el riego y uso del agua

En ese contexto, Glocal, un fondo nacido en Rosario y especializado en este sector, lanzó una nueva convocatoria para su programa Game Changers Series 2023. El mismo está destinado a todas aquellas startups de América latina en busca de inversión para sus emprendimientos. Además de apoyo y aceleración, el programa ofrece la posibilidad de acceder a inyecciones de capital de hasta US$ 500.000 y a una amplia red de contactos conformada por los principales referentes y actores claves de la industria.

El fondo apunta a captar oportunidades en el sector de agro, alimentos y soluciones climáticas, tres verticales que están creciendo en la región y en donde la Argentina en particular tiene una oportunidad interesante gracias a su tradición agro-ganadera y el nivel de sus recursos humanos.

«Buscamos startups en estadios tempranos de toda América latina, de esos tres verticales. Particularmente el triple impacto y la sustentabilidad llegaron para quedarse. Mientras más sostenible seas, más plata vas a ganar. No hay un trade off económico, por el contrario, los inversores buscan eso. Van a dejar de invertir en startups que no persigan un impacto positivo», menciona Bernardo Milesy, fundador y Managing Partner del fondo que, además, es el primero en su tipo en certificar como empresa B en el mundo.

Bernardo Milesy, fundador y Managing Partner de Glocal.

La convocatoria para el programa estará abierta hasta mediados de junio. Entre los postulantes se elegirán 10 finalistas que presentarán un pitch final el 16 de agosto, cuando se conocerán los tres ganadores, según informa Hernán Castro, CFO y responsable del programa. Igualmente, todos los finalistas tendrán acceso a su programa de scale up. «Ya tenemos más de 300 compañías que aplicaron para esta edición. El año pasado se presentaron más de 500 de toda la región, así que apuntamos a superar ese número», menciona Milesy y destaca que todo el proceso se hará de forma virtual.

Panorama emprendedor

Si bien la industria del venture capital no es ajena a la crisis internacional, Milesy es optimista respecto al sector donde operan. «Es cierto que hay menos vocación de inversión, pero esta industria tiene un amortiguador y el sector es más resiliente. Porque cuando los fondos invierten lo hacen en temas de largo plazo y de gran importancia para el planeta».

Lo cierto es que se trata de compañías muy alineadas a los objetivos de sustentabilidad de los fondos y de las grandes corporaciones, por lo que el interés por acercarse a estos proyectos está todavía muy en agenda. «Es algo que se da independientemente del contexto económico. El mercado está más selectivo, pero la innovación no para. Además, históricamente las crisis son momentos donde nacen muchas compañías y se ven innovaciones. Hay que ponerse creativos», agrega el inversor.

En ese sentido, Milesy destaca que están trabajando en conjunto con grandes firmas interesadas en impulsar programas de innovación abierta. «Los corporativos buscan soluciones tecnológicas para innovar. Programas como este les permiten acercarse y matchear con esas soluciones. Muchos entendieron que no pueden hacer todo internamente y tienen que unirse a las startups».

Por último, el inversor destaca que hay una oportunidad para poner en práctica la resiliencia argentina. «Cada país tiene su desafío, pero los argentinos entienden que tienen que crear soluciones globales y, partiendo de esa base, logran despegar rápidamente. Eso los vuelve interesantes e invertibles. Los fondos les prestan atención. Los emprendedores locales están súper bien preparados para afrontar las crisis», concluye.

Fuente: CRONISTA.com | Revista Apertura | Por Eugenia IglesiasSTART-UPS ARGENTINA

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INVERSIONES

Startups en el desierto: las “empresas camello”

Hasta hace unos años, las fuentes de financiación para las startups parecían inagotables. Según una investigación de Kauffman Fellows Research Center, las series A y B aumentaron un 68% y 62% desde 2008 a nivel global, con una reducción del tiempo medio de espera entre rondas.

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El mundo ha cambiado, a raíz de la pandemia y la recesión global que causó, los líderes empresariales, innovadores, empresarios e inversores se están preparando para un largo período de condiciones extremadamente desafiantes en el mercado global.

Según los analistas, la etapa se asemeja a un “desierto”, donde la caída del fondeo, como el agua que escasea, se traduce, en cada mercado, en números que retratan la árida tierra que tendrán que atravesar los proyectos en medio de un cuadro de falta de liquidez.

En América Latina, por ejemplo, las empresas emergentes o “startups” captaron en 2022 un 47% menos de capital de riesgo en relación a 2021, según un informe de Endeavor y Gisco Partners.

La Argentina no es la excepción: el desembolso de fondos cayó un 22,3% el año pasado, respecto del mismo período de 2021, de acuerdo al “Estudio de la Industria de Capital Privado, Emprendedor y Semilla en la Argentina”, realizado por la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (Arcap) y el programa de Microsoft “Microsoft for Start-ups”.

En este contexto, el desafío para muchas startups es ser capaces de mantener su actividad con independencia de disponer, o no, de ese manantial donde nutrirse. Se trata, entonces, de que puedan convertirse en “camellos”, la nueva metáfora animal que se suma a la fauna emprendedora, donde hasta hace poco reinaban los “unicornios”.

“Las empresas camello no solo tienen que ver con el financiamiento sino con su funcionamiento en general. Por ejemplo, cómo manejas tu caja, tus flujos de fondos, cómo pensás el modelo de negocios en general”, introduce Fabián Perfetti, Co-Founder & Director de Streambe, compañía argentina que brinda soluciones de tecnología para la mejora de procesos y la transformación digital de las empresas.

El concepto de “empresas camello”, de moda sobre todo a partir de la crisis de financiamiento en la que se han sumido muchas compañías luego del inicio del ciclo de suba de tasas de la FED, fue introducido en la jerga entrepreneur por el inversor de riesgo Alexandre Lazarow, fondeador de al menos 7 unicornios y profesor adjunto especializado en inversión de impacto social y emprendimiento en el Instituto de Estudios Internacionales de Middlebury, en Monterey.  La expresión describe a aquellos emprendimientos que, desde sus orígenes, decidieron priorizar el crecimiento equilibrado, la construcción a largo plazo, así como la profundización y la diversificación de la resiliencia.

Aunque sus años de trayectoria, consolidación y expansión la sacan de la categoría de startup, Streambe es típicamente una empresa camello.

“Nuestro modelo siempre fue el financiamiento propio. Manejar bien las cuentas, los flujos de fondos; en cada venta el seguimiento con un cliente tenía que ser exhaustivo para no perder plata y para generar rentabilidad. Esta rentabilidad la volvíamos a invertir, para así volver a crecer paulatinamente y generar ingresos cada vez mayores”, suma Perfetti.

Con una inversión inicial de $30.000, Streambe basó su crecimiento en un desarrollo orgánico, es decir mediante la reinversión de los ingresos.  Así, estabilizó un sendero de crecimiento con tasas de expansión del 60% anual y se encamina a llevar su facturación anual a los US$ 10 millones en 2023, desde los US$ 4 millones anuales de la actualidad.

“En su momento arrancamos como pudimos, tratando de entender el modelo empresario de la Argentina y el del resto de los países. Así, la empresa creció, se mantuvo sostenible y hoy tenemos una estructura bastante interesante. Ya pasaron 12 años trabajando, donde hemos visto un crecimiento sostenible y creo que, para un inversor, o para empresas que quieren fondear, invertir fondos en Streambe es una gran oportunidad porque pueden ver cómo es su crecimiento y cómo fue cuidando toda su economía”, amplía.

La persistencia de Streambe en mantenerse como una empresa camello no es un caso aislado. Quienes quieran seguir ese camino tienen ejemplos de relieve en qué inspirarse.

La plataforma para reuniones online Zoom, por ejemplo, comenzó su camino creciendo de forma sostenible. Solo buscaba equilibrio, y ahora es un gigante. Otras empresas conocidas que han implementado la estrategia del camello serían Amazon, el gigante del comercio electrónico, o Grubhub, una startup de entrega de alimentos nacida en Chicago, que tomó el camino opuesto al de sus pares más derrochadores de Silicon Valley y hoy es una empresa multimillonaria que cotiza en bolsa.

Según Perfetti, una startup camello no renuncia a la financiación privada. “La clave es elegir cuándo recurrir a ella”, aclara.

“En muchos casos, para expandirse o desarrollar un producto de determinada magnitud, cualquier startup recurre a rondas de financiación, pero eso es distinto a expandirse sin un objetivo concreto, a cualquier precio, anteponiendo el crecimiento en la cuota de mercado a un aumento de ingresos”, agrega.

Para Perfetti, los unicornios no están en extinción. “Van a seguir apareciendo, la crisis que atraviesan hoy es 100% económica: cuando hay financiamiento y las tasas de los bancos son bajas aparecen los unicornios y aparecen los fondos y los friends and family para invertir; esto va a seguir apareciendo”.

“Simplemente se trata de modelos de crecimiento distintos, nada más. No es que uno esté bien, ni que el otro esté mal. Ojalá lleguemos a ser categorizadas como un camello de mil millones”, advierte.

Las estrategias de las empresas camello son diversas. Algunas, por ejemplo, nacieron globales por necesidad, tras haber iniciado sus operaciones en mercados que no son suficientes por sí solos para hacer crecer y sostener la empresa.

Frontier Car Group, una popular plataforma de autos usados, por ejemplo, se lanzó originalmente en cinco mercados, cada uno de los cuales funciona como centro regional. En algunos países, el producto se puso de moda, pero en otros no, y la empresa aprendió lecciones valiosas en el camino, cerrando aquellos mercados donde no veía un resultado consistente. Pero si la empresa hubiera puesto todos sus recursos en el país equivocado para empezar, probablemente no existiría hoy.

Qualtrics, por ejemplo, se fundó en 2002 en un sótano de Utah como una empresa de investigación online. Para financiar el crecimiento, los fundadores utilizaron las ganancias de la empresa. Si bien muchos capitalistas de riesgo se acercaron a ellos, rechazaron las inversiones a medida que la empresa escalaba. Eventualmente recaudaron capital de riesgo una década después, pero lo hicieron en sus términos cuando ya eran una empresa multimillonaria.

En la Argentina también hay ejemplos de emprendedores camello. Welivery, plataforma de entrega de compras online nacida en 2015 de la mano de dos emprendedores argentinos, debe su crecimiento a una filosofía de poner foco en lo esencial, hacer un uso eficiente del capital y plantear una estrategia de expansión paulatina y sostenida, con una inversión proveniente de las mismas utilidades generadas por la empresa y sin financiamiento externo.

En el caso de Streambe tiene el foco 100% en el cliente.  “Nunca lo sacamos de ahí.  El cliente es el core de Streambe, está en el centro de todo su funcionamiento, donde todas nuestras relaciones son a largo plazo y con proyectos que, con más tiempo de desarrollo, van generando mejores proyecciones de flujo o mejores rentabilidades”.

En cuanto a la conversación en torno a camellos y unicornios responde no solo a etapas sino también al tipo de mercado en que se desenvuelven unos y otros.

“El argentino en sí mismo aplica al concepto camello. Ya que tenemos incorporado el ejercicio de pensar cómo hacer para llegar a fin de mes con lo justo, de no gastar de más y calcular cada gasto o bien pensar si es algo que necesitas o no lo necesitas.  Hoy toda nuestra economía de empresas funciona de la misma manera” concluye Perfetti.

Fuente: Mercado.com.ar | START-UPS ARGENTINA

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