En América Latina, se cerraron 1.352 acuerdos de inversión de capital privado en el ecosistema emprendedor en 2022, por un valor de 28.200 millones de dólares según cifras de la Asociación Latinoamericana de Capital Riesgo (LAVCA). Pese al ligero descenso respecto al año anterior, cuando se batieron récords (29.200 millones de dólares), se trata del segundo mejor dato histórico y muestra la fortaleza del ecosistema emprendedor de esta región.
Otra muestra de la evolución del ecosistema es el crecimiento de los unicornios, compañías tecnológicas con una valoración superior a los 1.000 millones de dólares. Para alcanzar esta cifra, en 2022 se sumaron al selecto club siete nuevas compañías, cuatro de ellas ‘fintech’: las brasileñas Dock y Neon, la ecuatoriana Kushki y la mexicana Stori. Tras las nuevas incorporaciones, Brasil, México y Colombia son los países con más unicornios en la región, con 16, 8 y 3 empresas en este listado, respectivamente.
Internacionales, foco ‘fintech’ y con fundadores especializados: características de los unicornios latinoamericanos
En la actualidad, la mexicana Kavak -que se unió recientemente a BBVA para financiar vehículos seminuevos en Perú-, la colombiana Rappi y la brasileña QuintoAndar son los tres unicornios latinoamericanos más valorados. ¿Pero cómo han alcanzado ese estatus? El éxito de estas compañías, tal y como refleja un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Chile, emana de varias cualidades comunes.
El epicentro es la digitalización
Entre los unicornios latinoamericanos destaca el profundo carácter digital de los productos desarrollados: «El uso de canales físicos es escaso, dando a conocer su producto o servicio, permitiendo la evaluación, venta, entrega y servicios postventa de estos en su mayoría mediante plataformas digitales», indican en el mencionado informe. Esto supone una ventaja competitiva, al poder implementar en el mercado sus servicios de manera más ágil y a un precio reducido.
La ‘fintech’ argentina Ualá es un ejemplo de ello: no cuenta con sucursales y gestiones como la solicitud de una tarjeta de prepago se realizan íntegramente a través de la aplicación móvil. «Queremos cambiar paradigmas, sin costos escondidos, sucursales o filas eternas», remarcan desde su web oficial.
Vocación global para escalar
Entre las diferentes vías de crecimiento para las startups, alcanzar nuevos mercados e internacionalizarse se alzan como dos de las principales. Para las startups unicornios latinoamericanas, integrar este aspecto es un factor clave para alcanzar esta categoría mitológica, ya que en países como Perú, Uruguay y Ecuador, el tamaño del mercado es muy limitado.
Por eso, sus modelos de negocio están pensados para operar en diferentes mercados desde que nacen, aunque el «músculo de la internacionalización se desarrolla con el tiempo», tal y como aseguraba David Bilbao, cofundador y CEO de Truora, en la celebración de un reciente BBVA Open Talks, evento organizado por BBVA Spark. «Más mercado es mejor», resumía el emprendedor. En 2022, la startup unicornio cerró una ronda de 15 millones de dólares de financiación serie A liderada por Propel, fondo de BBVA.
Empresas como Kavak o Betterfly son un buen ejemplo de ese proceso de internacionalización: ambas han cruzado el charco para aterrizar en países como España, una relación en auge según un reciente informe de Dealroom. Muestra de las conexiones entre España y América Latina es que entre 2018 y 2022 se han realizado 141 rondas de inversión en startups latinoamericanas por parte de inversores españoles. En este sentido, en 2022, BBVA invirtió 300 millones de dólares en el neobanco brasileño y unicornio, Neon.
El sector ‘fintech’, a la cabeza
De los 31 unicornios latinoamericanos que galopan por el mundo, casi la mitad pertenecen al sector ‘fintech’ como Konfio, Dock o Clip. Y la mayoría se encuentran afincados en Brasil (C6 Bank o Loggi, entre otros), país donde existe un destacado apoyo público para respaldar al ecosistema emprendedor: dispone de su propia ‘ley fintech’ y un ‘sandbox’ regulatorio nacional, impulsado por el Banco Central de Brasil, que sirve de entorno de pruebas para modelos de negocio innovadores.
Pero además, de la industria ‘fintech’, también destacan aquellas startups que operan en el ámbito ‘e-commerce’ o D2C (directo al consumidor, por sus siglas en inglés) como la brasileña Loft, plataforma que ofrece la compra, venta y alquiler de viviendas y comercios, o la mexicana Merama, que impulsa marcas de comercio electrónico.
Emprendedores experimentados y especializados
La elevada cualificación de sus fundadores, con estudios de posgrado en destacadas universidades del mundo en algunos casos, es otra de las características habituales entre los unicornios latinoamericanos, según apunta el informe elaborado por la Universidad de Chile. Es el caso del cofundador del unicornio mexicano Bitso, Daniel Vogel, que cursó un máster en Administración de Empresas en Harvard Business School, o Sebastián Castro Galnares, fundador de la ecuatoriana Kushki, con formación en Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Además de la formación desarrollada fuera de sus países de origen, otro rasgo en común entre estos emprendedores se encuentra en la experiencia recabada a través de emprendimientos anteriores. El fundador del unicornio ‘foodtech’ chileno NotCo, Matías Muchnick, había desarrollado previamente Chooz, una aplicación de bienestar gamificada que le permitió aplicar aprendizajes después.
Independientemente de su enfoque o su vocación internacional, los unicornios latinoamericanos continúan trotando por el ecosistema emprendedor y socios como BBVA Spark, con presencia en España, México y Colombia, ayudan a que sus innovaciones se extiendan alrededor del globo.
Fuente: BBVA.com | Por Maribel Muñoz | START-UPS ARGENTINA